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La expectación era máxima desde primeras horas de la tarde. Playa d’en Bossa se convirtió el pasado martes, día 24 de junio, en el epicentro de toda la acción en la Isla Blanca. La gente abarrotó los aledaños de uno de los hoteles más lujosos y, sin duda, el más famoso internacionalmente. No podía ser otro que Ushuaïa, el único que acogerá esta temporada la residencia del deejay número uno en el mundo, Hardwell. Se esperaba mucho en su I Am Hardwell opening y, no defraudó, su sesión fue uno de esos momentos que quedan grabados en la memoria para siempre. Sin poder dejar los pies parados en el suelo y con la sensación de haber viajado a un lugar mágico y único en el mundo, nosotros estuvimos allí.
La atmósfera era peligrosamente contagiosa desde el mediodía y a medida que el sol iba desvaneciéndose en el mar a nuestras espaldas y los aviones sobrepasaban por encima de nuestras cabezas, las pulsaciones iban acelerándose sin poder controlarlas. La sesión fue 100% alta calidad, con un engranaje perfecto de grandes clásicos con los temas más actuales y una duración de cada tema de tan sólo varios segundos, que no daba opción a tregua haciendo perder el aliento a la multitud enloquecida.
Los lásers deslumbraban en la retina y el majestuoso escenario con una semi cúpula de paneles de luces y fuegos artificiales que iluminaban cada rincón de oscuridad era como si te trasportaran a otra dimensión.
El deejay y productor neerlandés, Hardwell, pinchó, botó, bailó, se subió a la cabina y demostró por qué es el indiscutible número #1 en el mundo. Su entrada cogiendo el micrófono y preguntando a los clubbers: “¿Estáis listos para la fiesta?” hacía presagiar la que se avecinaba en la terraza al aire libre del lujoso hotel. Era el comienzo de una tarde-noche en la que fue imposible no dejarse llevar. Acabó su sesión puesto en pie sobre la mesa de platos alzando los brazos al cielo como pidiendo clemencia a un público insaciable que no quería irse a dormir.
Si te perdiste el I Am Hardwell opening, tienes otra oportunidad reserva tu plaza porque no te arrepentirás. Apunta esta fiesta en tu calendario porque promete ser, como su cabeza de cartel, número #1.
La atmósfera era peligrosamente contagiosa desde el mediodía y a medida que el sol iba desvaneciéndose en el mar a nuestras espaldas y los aviones sobrepasaban por encima de nuestras cabezas, las pulsaciones iban acelerándose sin poder controlarlas. La sesión fue 100% alta calidad, con un engranaje perfecto de grandes clásicos con los temas más actuales y una duración de cada tema de tan sólo varios segundos, que no daba opción a tregua haciendo perder el aliento a la multitud enloquecida.
Los lásers deslumbraban en la retina y el majestuoso escenario con una semi cúpula de paneles de luces y fuegos artificiales que iluminaban cada rincón de oscuridad era como si te trasportaran a otra dimensión.
El deejay y productor neerlandés, Hardwell, pinchó, botó, bailó, se subió a la cabina y demostró por qué es el indiscutible número #1 en el mundo. Su entrada cogiendo el micrófono y preguntando a los clubbers: “¿Estáis listos para la fiesta?” hacía presagiar la que se avecinaba en la terraza al aire libre del lujoso hotel. Era el comienzo de una tarde-noche en la que fue imposible no dejarse llevar. Acabó su sesión puesto en pie sobre la mesa de platos alzando los brazos al cielo como pidiendo clemencia a un público insaciable que no quería irse a dormir.
Si te perdiste el I Am Hardwell opening, tienes otra oportunidad reserva tu plaza porque no te arrepentirás. Apunta esta fiesta en tu calendario porque promete ser, como su cabeza de cartel, número #1.